Homenaje a Desiderio Blanco

Por Jacques Fontanille e Ivan Darrault-Harris

Traducción del francés: José García Contto

Nos gustaría rendir homenaje a Desiderio Blanco López, una de las figuras más representativas de la vida universitaria y cultural peruana, un hombre que ha construido su vida sobre los valores del humanismo, de la exigencia intelectual y devoción a las causas colectivas y sociales.

Desiderio Blanco, quien nació en Zamora (España) en 1929, nos ha dejado el 2 de julio último a los 93 años, en Lima, capital que devino centro importante, gracias a él, de investigaciones semióticas, en una asociación fielmente tejida con los investigadores de la Escuela Semiótica de París.

El recorrido biográfico de Desiderio Blanco no deja de sorprendernos, incluso si la persona en cuestión era bastante discreta sobre sus intimidades. Una indagación simple nos permite saber que sus padres querían llamarlo Giordano, pero el cura de su pueblo, en Santa María de la Vega, al norte de Valladolid en España, se negó a bautizarlo con el nombre de un filósofo hereje quemado bajo órdenes de la Inquisición: Giordano Bruno. Es así como le dieron el nombre de un santo que ilustra el día de su nacimiento, el 11 de febrero de 1929, el día de San Desiderio. Los dados estaban echados, la Iglesia lo tomaría a su cargo completamente, al menos en una primera parte de su vida: la de la formación intelectual con los padres Agustinos, durante 14 años. Con ellos Desiderio aprendió, entre otras cosas, matemáticas, literatura, filosofía y las artes. También fue la Iglesia la que cambió su vida, al enviarlo en 1956 a enseñar al Colegio Santa Rosa en Lima, Perú, al otro lado del mundo.

Desiderio confió a uno de nosotros que tuvo una revelación cuando vio por primera vez en su vida y con inmensa emoción, una película proyectada por los padres Agustinos. Desde entonces debió germinar en él una nueva vocación semiótica que lo conduciría a lo largo de su futura vida intelectual.

Fue en el Perú donde su vida cambiaría poco a poco, siempre en busca de nuevas experiencias intelectuales y artísticas. Ante todo fue importante el gusto por la música clásica que lo llevaría a conocer a una joven francesa, en 1965, la más tarde se convirtió en su esposa. Primer gran cambio: deja los hábitos y empieza su propia familia, la cual estuvo a su lado hasta sus últimos días. En ese entonces el deseo de perfeccionarse en el campo de la educación lo llevó a tomar clases en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, a fines de los años sesenta, y allí descubre las ciencias sociales, la protesta y la extrema izquierda peruanas. Continuó en San Marcos hasta la redacción y presentación de su tesis, y luego enseñó ahí durante 20 años. Paralelamente, fue también profesor en la Universidad de Cajamarca, poco después de casarse. En 1972, comenzó como profesor en la Universidad de Lima. En los años 80 mientras también enseñaba en San Marcos jamás tuvo problemas con Sendero Luminoso. En esa época, bien afianzado y activo en dicha universidad adquiere el gusto por la acción cultural y social, la educación popular y la democratización de la cultura.

Su descubrimiento del cine es también curioso, porque él mismo admite: “Me interesé en el cine contra mi voluntad” (esta declaración parece contraria a la memoria evocada líneas arriba, aunque la vocación es un “vis a tergo” y la voluntad un “vis ab ante”). En efecto, su primer contacto con el cine se registra durante sus estudios con los Agustinos, en Valladolid, donde se le pidió que escribiera un guion de una película sobre San Agustín. Este trabajo lo obliga a leer Eisenstein y diversas obras sobre el cine. Pero, es en Perú que él desarrolla verdaderamente su gusto por el cine, y es en Lima donde con otros cíticos de cine fundó la revista Hablemos de Cine,  la que según los especialistas, cambió profunda y duraderamente el panorama de la crítica cinematográfica peruana.

Su encuentro con la semiótica fue de lo más simple, o, en todo caso,de  lo más habitual para un universitario de América Latina en los años setenta. En esa época venían de las capitales de América del Sur (y del mundo entero, incluso de Poitiers y de Limoges) muchos estudiantes y profresores a asistir al Seminario de Semiótica de Greimas en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS). Desiderio pasó un año en París, al momento de la preparación de su tesis. Pero la semiótica no sería mucho sin todos los otros ingredientes acumulados en su vida: la familia, lo social, la cultura popular, y el cine.

Desiderio llega a la Universidad de Lima en 1972. Esta institución fue la “otra” universidad, siendo San Marcos una universidad del estado, que era en esa época irreductiblemente “crítica y popular”, como se dice en Francia. La Universidad de Lima se construyó sobre la base de un proyecto tanto de especialización en unas pocas áreas de excelencia, como de profesionalización de varios sectores. Desiderio creó en esta universidad el dominio de la comunicación y fundó la Facultad de Comunicación, de la que fue decano durante 15 años. Poco después, se convirtió en vicerrector de la universidad, y luego en rector entre 1989 y 1994.

En 1993, mientras era rector en Lima, Desiderio Blanco recibió la Cruz del Mérito Civil por parte del rey Juan Carlos de España. En el año 2006, recibió la mención de Profesor Emérito de la Universidad de Lima. Parece extraño mencionar este título como un honor particular, ya que en Francia hace falta tener mucho demérito para no ser nombrado profesor emérito. Pero en Perú, el título de emérito se entrega en una ceremonia muy particular, con un discurso de presentación de un colega, discurso de confirmación del rector de la universidad, y una respuesta del beneficiario. Todo esto se edita en un documento oficial y se conserva en el Fondo Editorial de la Universidad de Lima.

A lo largo de esta carrera académica tan llena y cargada de responsabilidades importantes durante más de veinte años, Desiderio Blanco jamás cesó de escribir, de investigar, de producir y difundir en el dominio de la semiótica. Algunas muestras de su obra: en 1980, Metodología del análisis semiótico; en 1987, Imagen por imagen: teoría y crítica cinematográfica; en 1989, Claves para la semiótica de la comunicación y significación; en 2003, Semiótica del texto fílmico; y en 2009, Vigencia de la semiótica. La mayor parte de sus estudios concretos tratan sobre cine, y en particular sobre las grandes películas del cine de autor internacional: El año pasado en Marienbad, Muerte en Venecia, Ciudadano Kane. Los artículos de crítica cinematográfica son los que tiene en Hablemos de cine, y que ponen en valor la producción intelectual de América del Sur. Los estudios teóricos y metodológicos son todos inspirados por la semiótica greimasiana (generativa y estructural) o posgreimasianos (sociosemiótica, semiótica tensiva, semiofenomenología). Pero también podemos encontrar numerosos estudios sobre diferentes objetos, por ejemplo, como un retorno a sus orígenes, un estudio sobre el “rito de la misa”, práctica significante que iimplica al cuerpo sensible y le da un sentimiento de plenitud narrativa a través del tempo (ralenti), el ritmo, las repeticiones y los picos de intensidad emocional.

Quisiéramos llamar la atención sobre dos aspectos esenciales de esta obra. El primer aspecto es la agudeza para cuestionar las obras y la capacidad de proponer “buenas preguntas”, como él decía. Pero, en semiótica, las “buenas preguntas”, contrariamente a lo que se puede pensar, proceden siempre de una ingenuidad que confunde a quienes no la comparten. Esta ingenuidad propiamente semiótica hace pensar en aquella que Proust le presta al pintor Elstir en “A la sombra de las muchachas en flor”: el pintor, tuvo que despojarse de esa inteligencia consolidada que le hace ver las cosas como sabemos que deben ser, para finalmente poder verlas como se dan a ver, es decir, de una manera contraria.

Aquí algunas frases que proceden de esta ingenuidad inaugural, que pudimos apreciar en un estudio sobre Ciudadano Kane, el filme de Orson Welles: “Los espectadores son siempre sorprendidos cuando toman consciencia de que la música de acompañamiento en el cine no es escuchada ni oída por los personajes del filme”; aun más: “Solo los personajes de la historia no saben que su historia está siendo contada”.

La otra faceta de la obra de Desiderio Blanco es aquella de la comunicación social. La comunicación, en efecto, no se confunde con la significación: según una concepción heredada de los ingenieros, la comunicación trasmite alguna cosa que los códigos permiten enviar y recibir. Al contrario, la semiótica considera que la significación de aquello que pretendemos “transmitir”. Es una construcción compartida, una co-construcción que obedece a otras reglas sociales y no a aquellas de la codificación y de la transmisión / recepción. Es por esto que la cuestión de la comunicación social, tratada desde un punto de vista semiótico, ocupa ese lugar en la carrera de Desiderio Blanco: la semiótica le permite integrar los fenómenos de comunicación en el interior de una cultura y de una sociedad consideradas como construcciones colectivas, polémicas y colaborativas a la vez, de significaciones compartidas y discutidas.

La semiótica ha sido frecuentemente criticada, en particular en los países de América Latina, como (citamos a Desiderio Blanco) “saber esotérico”, “lenguaje cabalístico”, “paranoia formal”, “inmenso castillo de cristal” desconectada de las realidades sociales. La semiótica, sumergida en un baño de comunicación social, reencuentra las interacciones sociales, la resistencia de los objetos de análisis concretos, la fluidez de los cambios abiertos, inconclusos y en construcción. Como ejemplo del mejor reencuentro entre la perspectiva social y la perspectiva semiótica, Desiderio Blanco cita de un lado a Paolo Fabbri, quien supo cruzar la sociología y la semiótica; y de otro lado a Eric Landowski, promotor de la sociosemiótica en el mundo entero.

La contribución de Desiderio Blanco a la semiótica francófona y de inspiración greimasiana es, por tanto, excepcional, más allá de su obra personal: desde el año 2000 al 2009, él ha realizado y/o supervisado la traducción de 10 obras de semiótica en lengua española[1], editados por el Fondo Editorial de la Universidad de Lima. Entre estos figura: un libro de Herman Parret, tres libros de Eric Landowski, cuatro libros de Jacques Fontanille y tres de Claude Zilberberg, un libro de Jean-Claude Coquet, y un libro de Ivan Darrault-Harirs junto con Jean-Pierre Klein.

Cinco de estos libros fueron publicados previamente en francés por PULIM, en la colección de Actes Sémiotiques. Este trabajo de benedictino (y no de agustino) asegura a la semiótica francesa una influencia excepcional en todos los países de habla hispana. Y los efectos directos se hacen sentir hoy día, ya que en las tesis de cotutela que hemos dirigido con los colegas mexicanos y argentinos, aparecen citas a estas obras mencionadas que fueron tomadas bajo la referencia del Fondo Editorial de Lima.

La desaparición de Desiderio Blanco, quien fue nombrado doctor honoris causa en Limoges el mismo día que Paolo Fabbri, quien también nos ha dejado, es un lamentable signo del final de un período habitado por figuras brillantes y entrañables: Michel Arrivé, Per Aage Brandt, Claude Zilberberg. Pero este cierre esta felizmente acompañada de aperturas, que nos proponen preciosas perspectivas que unen recuerdos intensos y proyectos apasionantes.


[1] El trabajo de traducción de Desiderio Blanco es más extenso y llega hasta el 2018, con la publicación de Horizontes de la hipótesis tensiva de Claude Zilberberg. El total de obras de semiótica traducidas al castellano, entre libros y artículos, asciende a 29 trabajos.



Para citar este texto:

Jacques FONTANILLE et Ivan DARRAULT-HARRIS, « Hommage à Desiderio Blanco », Actes Sémiotiques [En ligne], 127, 2022, consultado el 17/07/2022, URL : https://www.unilim.fr/actes-semiotiques/7694

Del ojo al tacto. Semiótica y estética en la experiencia del arte (Herman Parret)

Tenemos el agrado de informarles que este 24, 25 y 26 de Septiembre, la Asociación Peruana de Semiótica, organizará el seminario: «Del ojo al tacto. Semiótica y estética en la experiencia del arte” que realizará el profesor Herman Parret de la universidad de Lovaina (Belgica). El horario es de 6:30 a 9:30 pm y se realizará en el ULima. Por nuestra parte, la Asociación está agradecida a la Universidad de Lima por este gentil auspicio. Esperamos contar con ustedes para participar de este importante evento.

Asimismo, los invitamos a entrar a la pagina del profesor Parret: http://www.hermanparret.be/

Los invitamos a registrarse en el evento AQUÍ

Herman Parret, Perú

Herman Parret, Perú

Para una semiótica de la intersubjetividad en la comunicación profesor-alumno: Enfoque greimasiano de la relacion didáctica.

La presente investigación realizada por el profesor Lic. José David García Contto, sienta las bases del estudio semiótico de la interacción profesor-alumno, desde la escuela semiótica de Greimas, y algunos representantes contemporáneos como Fontanille y Zilberberg. Desde este punto de vista, se rescatan las principales formulaciones teóricas y sus implicancias en el estudio de la relación que establecen en el aula los protagonistas del «relato» educativo. Ese es, precisamente, uno de los ángulos más saltantes a tener en cuenta en la aproximación semiótica, y es la de considerar el proceso educativo un «relato», que puede ser estudiado y analizado bajo la metodología semiótica.

Entre las conceptualizaciones de la semiótica narrativa, es de particular importancia el concepto de manipulación, porque pone en evidencia las interacciones regulares, así como los simulacros o imagen que se construyen desde cada lado de la interacción sobre el otro (ya sea el estudiante o el profesor). Estos modelos sirven para poner en evidencia también las sensibilidades de cada quien, su punto de vista, e incluso los afectos y pasiones que se intercambian y se construyen en el intercambio entre profesor y alumno. Se trata de un modelo que debe aún ponerse a prueba como instrumento de evaluación didáctica.

Puede acceder a la versión on-line de la investigación en el siguiente link:

semiotica de la intersubjetividad profesor-alumno. tesis licenciatura. Garcia Contto. 2001

Audio Conferencia: Ivan Darrault-Harris – audio conferencia

El Jueves 26 de Enero la Asociación Peruana de Semiótica llevó a cabo la conferencia titulada “La elipse en el discurso de la psicoterapia: una nueva teoría y práctica del cambio humano” a cargo del profesor Ivan Darrault-Harris. La conferencia se centró en la teoría de la elipse propuesta del profesor Darrault-Harris y los vínculos entre psicoterapia y semiótica (enunciación). Puede escuchar la conferencia completa aquí:

Ivan Darrault-Harris – audio conferencia by Eduardo Y. Dongo

La enunciación en la semiótica visual: fotografía y cine

Asociación peruana de semiótica

Exposición de Celia Rubina, doctora en Ciencias del Lenguaje por la Universidad de Toulouse, en la Mesa 1 con respecto al tema «La enunciación fotográfica en los autorretratos de Martín Chambi», en el marco del IV Coloquio Internacional de Semiótica y Comunicaciones, organizado por el Departamento Académico de Comunicaciones. El evento se llevó a cabo los días 15 y 16 de Septiembre del 2010.

Ver vídeo aquí

Los niveles de realidad en Lost Highway: A propósito de una supuesta incoherencia discursiva.

JOSÉ CARLOS CABREJO: Licenciado en Comunicación por la Universidad de Lima. Realiza una maestría de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha hecho investigaciones en el campo de la semiótica del cine, sobre películas de David Lynch, Michael Haneke y David Cronenberg. Es docente de cursos de semiótica ycomunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad de Lima. Asimismo, es editor de la revista impresa «Ventana Indiscreta», en la que también se dedica a la crítica de cine. Hizo lo mismo en otra publicación sobre cine, «Tren de Sombras». Fue, por varios años, periodista del suplemento. «El dominical» del diario «El Comercio». Ha colaborado en la revista «La Gran Ilusión»y en la revista científica sobre estudios de la significación «Tópicos del Seminario», de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México). Licenciado en Comunicación por la Universidad de Lima. Realiza una maestría de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha hecho investigaciones en el campo de la semiótica del cine, sobre películas de David Lynch, Michael Haneke y David Cronenberg. Es docente de cursos de semiótica y comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad de Lima. Asimismo, es editor de la revista impresa «Ventana Indiscreta», en la que también se dedica a la crítica de cine. Hizo lo mismo en otra publicación sobre cine, «Tren de Sombras».Fue, por varios años, periodista del suplemento «El dominical» del diario «El Comercio». Ha colaborado en la revista «La Gran Ilusión» y en la revista científica sobre estudios de la significación «Tópicos del Seminario», de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México). 

En el cine contemporáneo hay una tendencia en la que algunos filmes han apelado al juego de planos de realidad en contraposición o cruce, como es el caso de Matrix (The Matrix. Andy y Larry Wachowski, 1999), Ciudad en Tinieblas (Dark city. Alex Proyas, 1998), Abre los ojos (Alejandro Amenábar, 1998) o Al borde de la locura (In the mouth of madness. John Carpenter, 1994). Pero, a diferencia de las películas antes mencionadas, la película Lost Highway, realizada por David Lynch, ha desarrollado una hermética combinación de niveles de realidad mucho más abstracta y compleja (incluso superior a la que ostenta un título posterior también dirigido por el norteamericano, El camino de los sueños), lo que le ha valido en muchos casos la incomprensión y el calificativo de película deliberadamente absurda (“-Lynch- ha triunfado donde Buñuel y Dalí fracasaron, creando una película prácticamente incomprensible, sin sentido” -Newman, K.: “Lost Highway”, Sight and Sound, septiembre 1997-).

Así, la posibilidad de estudiar cómo se estructuran los niveles de realidad daría cabida a que encontremos las posibilidades de lectura que se encuentran en la película y descubrir cuál es su verdadero sentido discursivo. Bajo esa perspectiva, el objetivo general de esta investigación consiste en determinar cómo la estructuración de los niveles de realidad en Lost Highway puede generar un trabajo hermenéutico que justifique una propuesta cinematográfica que parece tender hacia un caos narrativo; pero que en el fondo, como constataremos en la lectura de la tesis, tiene un calculado orden laberíntico que nos invita a explorarla más allá de lo aparente o manifiesto. La tesis pretende develar si la cinta tiene la capacidad de generar un sentido coherente, que articule sus partes como un todo. Es decir, si puede llegar a hacer que en la semiosis lo convergente se imponga a lo divergente.

Debido a que se va a estudiar cómo Lost Highway genera efectos de sentido, tomaremos como bases teóricas la semiótica y la narratología cinematográfica. Mientras que la primera está justificada por ser una herramienta teórica destinada al estudio de los procesos de significación, la segunda también lo está por ser un instrumento de deconstrucción del relato fílmico que, en consecuencia, permitirá definir los mecanismos expresivos de la película. Sin embargo, Lost Highway exige una aproximación semiótica y narratológica inusual. Pareciera ser un filme que se resiste en su conjunto a la coherencia, a alguna lectura que pueda cohesionar sus componentes. ¿La película es un ejercicio de entropía narrativa pura? ¿El filme como totalidad es un obstáculo para cualquier tipo de análisis semiótico en tanto tendría al sin sentido casi como su esencia? ¿La cinta está hecha para disfrutarse sólo en un plano sensorial, como si uno se dejara llevar por el absurdo de una pesadilla construida, imaginada? Esas preguntas serán contestadas a lo largo de este trabajo de investigación.

Vea la investigación completa en el siguiente enlace:

Tesis: Los niveles de realidad en Lost Highway

ANÁLISIS SEMIÓTICO Y DIDÁCTICO DE UNA SECUENCIA DE LA PELÍCULA “DIARIOS DE MOTOCICLETA”

Autor:  Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Magíster Marcos Mondoñedo

«ANÁLISIS SEMIÓTICO Y DIDÁCTICO DE UNA SECUENCIA DE LA PELÍCULA “DIARIOS DE MOTOCICLETA” del profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Magíster Marcos Mondoñedo se desarrolla como un documento didáctico y aplicativo de la metodología semiótica partiendo de la propuesta de la semiótica tensiva (Fontanille/Zilberberg). Citando al propio profesor Mondoñedo «(…) [la semiótica del cuerpo es] una vertiente emblemática del cognitivismo teórico.» (Cf. Mondoñedo, Marcos. Peirce con Foucault: la significación entre la semejanza y el discernimiento. (en) Después de Michel Foucault. El poder, el saber, el cuerpo. Lima: Sur casa de estudios del socialismo. 2006.)

0. Introducción

El ensayo que sigue es un escorzo de aplicación de las categorías más elementales de la semiótica tensiva. No tiene, en consecuencia, otro objetivo que dar una ilustración de las posibilidades que otorga dicha teoría para el análisis de los discursos. En consonancia con esta perspectiva, hemos elegido una secuencia cinematográfica que se adapta muy bien a nuestra instrumentalización metodológica de algunos conceptos semióticos propuestos principalmente por Claude Zilberberg y Jacques Fontanille. Sin embargo, esta secuencia es, a nuestro parecer –lo que pretenderá demostrarse poco más adelante—, de un valor representativo singular. Podríamos decir que resulta una síntesis de la película y una proyección del discurso cinematográfico hacia el discurso de la historia.

Se trata de una secuencia cerca del final de la película Diarios de motocicleta, del año 2004, dirigida por el mexicano Walter Salles. Esta cinta pone en escena la historia de dos jóvenes argentinos, Ernesto Guevara, el “Che”, y Alberto Granado, quienes emprenden, con una motocicleta Norton 500, un viaje por carretera para descubrir la verdadera América Latina. Ernesto es un joven estudiante de medicina de 23 años de edad, especializado en leprología y Alberto es un bioquímico de 29 años. La película sigue a ambos jóvenes, no solo en su viaje de descubrimiento de la compleja topografía humana y social del continente, sino también en la modificación subjetiva del personaje Ernesto (interpretado por Gael García), quien devela ese cambio, esa “revolución”, en un emocionante pero sencillo discurso en el que esboza lo que será el devenir del personaje histórico.

El procedimiento que asumiremos en nuestra exposición es el de enunciar las categorías que se aplican metodológicamente desde la semiótica y, en vez de definirlas, utilizarlas inmediatamente en la operación de análisis de cada aspecto concreto de la secuencia seleccionada. En tal sentido, nuestro ensayo presupone el conocimiento de las categorías semióticas que son desarrolladas por los libros que aparecen en la bibliografía y que no serán citados. La secuencia se narrará en el propio proceso de nuestra descripción tensiva.

1. Campo posicional

Lo primero que debemos reconocer en un discurso es la toma de posición del cuerpo propio; este es el primer acto enunciativo. Existen varias tomas de posición en el discurso que pueden ser reconocidas: tenemos, en primer lugar, la toma de posición del realizador que hace posible el desembrague de escenarios, personajes y situaciones en el mundo de la representación. Luego tenemos la toma de posición del espectador que se enfrenta a la película como ante una presencia distinta de sí mismo, con su mira y su captación particular. Pero en esta ocasión nos interesa describir, dentro del mundo representado, la toma de posición de un personaje en particular. En este sentido, hemos elegido la escena final por su valor de síntesis respecto del sentido fundamental del personaje principal, Ernesto el Che Guevara.

Centro: Ernesto toma posición ante el mundo. Sale de la fiesta, en la que acaba de pronunciar un discurso frente a quienes lo agasajan por su cumpleaños y mira pensativo la oscuridad de la noche frente al río. En su discurso, verosímilmente emocionante, se ha esbozado una definición radical; en él, Ernesto bosqueja la posición del personaje histórico como un hombre dispuesto a luchar por la liberación de los desprotegidos y por la unidad de Latinoamérica. Desde esta “toma de posición” ante el mundo decide celebrar su cumpleaños al otro lado del río. Sucede que en la otra orilla divisa las luces tenues del campamento de los leprosos. En la ribera en la que se encuentra se oyen los sonidos de la fiesta cuyos participantes bailan un mambo; son un grupo de médicos, enfermeros y enfermeras que se encuentran despreocupados respecto de los enfermos al otro lado de la orilla y Ernesto decide, como obligado por su pronunciamiento, cruzar el río a nado.

Horizonte: La oscuridad de la noche. Podríamos decir que se trata de un campo de presencias indeterminado, misterioso y peligroso. En esos límites del campo de presencia se encuentran las tenues luces del campamento de los leprosos.

Profundidad: Estas luces hacen las veces de la segunda presencia. Ellas son puestas en la mira con una determinada intensidad y con una determinada extensión. Al principio son mirados con una baja intensidad y con una máxima extensión, en este caso, decimos que tienen una máxima extensión porque dicha presencia se encuentra lejos de la primera presencia sensible. No obstante, pese a estar muy alejado de la segunda presencia, su compromiso solidario con la humanidad hace que esas luces tenues aumenten en intensidad; ella irá incrementándose en la medida en que Ernesto se vaya aproximando a nado hasta la otra orilla con un enorme esfuerzo. A medida que aumenta la intensidad, disminuye la extensión. Pero esto será explicado con más precisión poco más adelante.

2. Expresión y contenido

La semiosis que se configura a partir de esta toma de posición propioceptiva hace de la oscuridad de la noche, las luces tenues en la otra orilla y el brillo que se proyecta sobre las aguas del río, presencias sensibles que se convierten en elementos de una dimensión exteroceptiva, es decir, del plano de la expresión que se articulan con ciertos estados de ánimo del mundo interior o plano interoceptivo. Al principio todo ello, en el plano de la expresión, se relaciona, en el plano del contenido con sentimientos disfóricos, es decir, con el desinterés por el semejante, con la falta de fraternidad respecto del enfermo separado de la vida normal, y condenado a no poder celebrar los eventos que los sanos si pueden celebrar. Esto propicia una profunda desazón, un fuerte remordimiento que Ernesto quiere resolver.

Se trata, pues, de fuertes emociones de solidaridad que se presentan con una gran intensidad. Cabe resaltar que la dimensión sensible prácticamente nula del plano de la expresión se articula con una dimensión interoceptiva de fuertes emociones que obligan a la acción descomunal, al esfuerzo que linda con las capacidades físicas del ser humano.

Así, la correlación semisimbólica entre el plano del contenido y el plano de la expresión –efecto de una determinada toma de posición ante el mundo– produce una significación particular, en la que la dimensión interoceptiva resulta preeminente, muy destacable, respecto de la dimensión exteroceptiva. Podría decirse que los estados de ánimo que causan una determinada acción muy esforzada produce el cambio en los estados de cosas. Esto es así debido a que el esfuerzo del recorrido a nado y finalmente el logró de Ernesto en llegar a la otra orilla propician que lo que antes era calma, oscuridad, separación entre sanos y enfermos, se transforme en un acto colectivo de apoyo y de arenga para que Ernesto logre su cometido y, finalmente, se transforme en una celebración eufórica de los sanos y los enfermos. Los uno y los otros resultan hermanados en esta celebración, con abrazos y vivas, en un gesto eufórico que rompe las barreras convencionales establecidas.

3. Actantes posicionales

Desde la perspectiva de los actantes posicionales, fuente, blanco y control, podríamos decir que Ernesto, se configura como la fuente de su mira y su captación. Él, después de su “toma de posición” comprometida con el semejante, dirige una mira y una captación intencional hacia las luces al otro lado del río. Ellas son, el blanco de su mira y su captación, en tanto que se les reconoce como no intencionales: las luces son captadas, es decir, cuantificadas como lejanas y tenues, pero también miradas con una alta intensidad debido a su juramento a favor de los desposeídos. La instancia de control resulta ser, en este caso, una confluencia entre el esfuerzo físico desplegado para el cometido de cruzar, como nadie antes, el río, y la densidad del agua que le hace resistencia a su esfuerzo, resistencia que finalmente vence. La instancia de control regula la relación entre la fuente y el blanco y determina, aquí, que el vínculo entre ambos, es decir, la orientación intencional desde la fuente hasta el blanco adquiera el relieve de un logro casi épico, casi sobrehumano.

4. Esquema de las tensiones

La mira y la captación intencional, entendidas ahora como valencias configuran en su correlación un conjunto determinado de valores puestos en juego desde la toma de posición propioceptiva de Ernesto –presencia desembragada en el mundo representado– de tal suerte que podemos describir, con el esquema tensivo, ciertos puntos fundamentales de la secuencia de la siguiente manera:

Habíamos mencionado que la presencia de las luces se configuraban con una gran extensión o extensión difusa y que la mira intencional determinaba una cierta intensidad no poca, pero tampoco demasiado alta. Decimos esto porque es evidente que dichas luces y lo que ellas significan al inicio (separación, desinterés) resulta el motor de su resolución de celebrar su cumpleaños al otro lado de la orilla.

Paulatinamente –debemos suponer–, las luces se van haciendo más intensas: la esforzada aproximación a nado hace que la tenue presencia inicial se haga cada vez más intensa y de una extensión concentrada. Describimos el proceso como un aumento en la intensidad debido a que el esfuerzo físico toca los límites de lo imposible, lo que supone una gran intensidad de la fuerza. Y decimos que la extensión es cada vez más concentrada porque hemos partido de la premisa según la cual ello significa aproximación. Se trataría, pues, de una correlación inversa: a menor extensión, mayor intensidad.

Sin embargo, creemos que plantear este esquema implica considerar exclusivamente los cambios sensibles en la presencia de Ernesto como si estuviera separada de su entorno, sin ningún interés en lo que se suscita alrededor suyo y por su causa. Esto último, en realidad, resulta más importante respecto de los valores configurados en la escena. Por ello podemos, con más precisión, plantear que de lo que se trata en este proceso de aproximación se describe en términos tensivos como una correlación conversa, es decir, aumenta la intensidad a la par que se produce un aumento en la extensión.

Esto resulta así en la medida en que las fogatas del campamento de leprosos, al otro lado del río, no son simplemente manifestaciones de un fenómeno físico llamado luz; ellas son, en realidad, un punto de partida para el paulatino despertar de las emociones de los hombres y mujeres en ambas laderas del río a través del esfuerzo natatorio de Ernesto. En este sentido, lo que va ocurriendo es que el acto de Ernesto no sólo aumenta la intensidad sino que aumenta en extensión.

Esta correlación conversa resulta más verosímil si la relacionamos con el intento de Ernesto de luchar por causas justas y solidarias (lo que resulta manifiesto a través de su discurso pronunciado entre médicos, enfermeras y demás). Así, lo que en la película entera es percibido como un proceso de ampliación de la experiencia del personaje principal en su contacto con distintas personas de Latinoamérica y sus vicisitudes (un aumento de la extensión), en esta secuencia resulta también claro que son cada vez más los hombres y mujeres que contemplan el trayecto de Ernesto a través del río; esto también es, en consecuencia, un paulatino aumento en la extensión.

De otra parte, la experiencia de Ernesto a lo largo de la película propicia un aumento en la intensidad de su solidaridad para con los desvalidos. Esto, en la escena analizada, es correlativo del aumento en la intensidad tanto de su esfuerzo como del interés de las personas y de la euforia que propicia su logro. Una frase de la película resume el proceso: “Deja que el mundo te cambie y podrás cambiar el mundo”; es decir, lo que recibió Ernesto como experiencia (un aumento en la intensidad de su solidaridad y en la extensión, en la cantidad de gente por la que se solidariza) es luego proyectada intencionalmente hacia el mundo: su esfuerzo de nadar de un lado al otro del río es la causa de la transformación en las personas, un cambio que tiene un sentido positivo: de la ausencia de interés, al regocijo por el logro de un hombre a favor de todos los hombres.

5. Cuadrado semiótico

Finalmente, los valores más generales que parecen ponerse en juego serían entonces la apatía opuesta a la solidaridad:

Y el camino que se realizaría entre ambas podría ser descrito como canónico progresivo. La apatía es polarizada como negativa y la solidaridad como positiva. Decimos que es un recorrido canónico en la medida en que el acto de Ernesto saca a sanos y enfermos de su apatía, podríamos decir que la NO APATÍA equivale al esfuerzo de Ernesto por llegar hasta los leprosos.

No está demás destacar que la apatía es aquí opuesta a la solidaridad y que ello probablemente no sea de la misma manera en otro discurso. Los valores configurados lo son en este fragmento narrativo destacado por nuestro análisis y no siempre así en todos los casos. Al margen de esto, la acción de Ernesto adquiere un valor “negativo” o, más precisamente, contradictorio pero respecto de la apatía que intenta abolir. De este modo dicha acción implica o es complementaria de la solidaridad entre los hombres que pretende conseguir y, aparentemente, consigue.

Lamentablemente, nosotros sabemos que la historia desmiente a la película. El mundo contemporáneo es uno en el que los valores que la figura de Ernesto representa se han devaluado. Podríamos hablar de un tránsito canónico regresivo desde la solidaridad a la apatía.

Una pregunta que resulta pertinente y por el momento sin respuesta es la siguiente: ¿qué ha servido de puente contradictorio respecto de la solidaridad hacia la apatía? ¿Qué ha sido aquello que nos condujo a este mundo desencantado e individualista que nos agobia? Quizás lo que en realidad sucede no es que no haya una respuesta, sino que son demasiadas; y son tantas que la respuesta unívoca, clara, manejable y controlable (es decir capaz de ser revertida) parece resultar imposible. ¿Lo será realmente?

Bibliografía

FONTANILLE, Jacques.

1994 “La base perceptiva de la semiótica”, “El ‘giro modal’ en semiótica”. En: Morphé. Nº 9-10, julio 93 – junio 94, años 5-6, Universidad Autónoma de Puebla.

2001   Semiótica del discurso. Lima, Universidad de Lima y FCE

ZILBERBERG, Claude

2001   Ensayos de semiótica tensiva. Lima, Fondo Editorial de la Universidad de Lima y F.C.E.

2006   Semiótica tensiva. Lima, Fondo Editorial de la Universidad de Lima.


Del mito de Orfeo a la película Videodrome

«Del mito de Orfeo a la película Videodrome: Cosmovisiones de la Mujer y del Descenso a los infiernos.» es el nombre del ensayo del profesor José Carlos Cabrejo. El análisis del filme y el mito de Orfeo parte de los estudios de la semiótica del discurso y la propuesta semio-fenomenológica de Jacques Fontanille con respecto al cuerpo actante.

Puedes acceder a la versión virtual en el siguiente link:

Cabrejo, José Carlos. El mito de Orfeo a la película Videodrome

Manual de Semiótica. Semiótica narrativa, con aplicaciones de análisis en comunicaciones.

El presente manual desarrollado por el profesor José García Contto, es una introducción, revisión y síntesis de las bases de la semiótica francesa, siguiendo la línea teórica desde Ferdinand De Saussure, pasando por Louis Hjelmslev y Émile Benveniste. Este texto se concentra fundamentalmente en la propuesta teórica de Algirdas Julien Greimas, y Joseph Courtés, en el modelo que llamaron Recorrido Generativo de la Significación. Este modelo ha generado una importante escuela teórica en la disciplina semiótica, y una generosa producción editorial desde los años setenta.

Al presente, este modelo, se ha constituido en una metodología de análisis preferida para el estudio de los productos mediáticos en muchas facultades y carreras de comunicación en América Latina y en el mundo.

Este texto no sólo presenta las bases de este modelo teórico greimasiano, también despliega varias aplicaciones de análisis, todas relacionadas con los discursos habituales de la comunicación masiva: publicidad, periodismo, ficción en televisión y cine.

Pueden acceder a la versión virtual del manual aquí:

García Contto, José. Manual de semiótica

Conferencia: «La elipse en el discurso de la psicoterapia»

El Jueves 26 de Enero la Asociación Peruana de Semiótica llevó a cabo la conferencia titulada «La elipse en el discurso de la psicoterapia: una nueva teoría y práctica del cambio humano» a cargo del profesor Ivan Darrault-Harris, psicoterapeuta y semiótico francés. El profesor es autor de numerosos artículos de semiótica, y es un notable académico de la semiótica francesa. También ha dirigido la edición de: Les âges de la vie : Sémiotique de la culture et du temps de Ivan Darrault-Harris, Jacques Fontanille et Collectif (Broché -2008)

La presentación del profesor se realizó a propósito del libro: «Pour une psychiatrie de l’ellipse, Limoges, Pulim, 2007.» Así como de las experiencias profesionales en terapia del profesor Darrault-Harris.

Considerando que su trabajo no ha sido publicado en español, la conferencia fue una estupenda oportunidad para conocer la propuesta y trabajo del profesor.

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